Mandato*
No camina sola por la playa
por eso tiene que
mirar
atentamente
el pico rojo de
las gaviotas
asegurarse de que
el agua
esté salada y fría
-oficio veraniego
de los rioplatenses-
contar los hilos
que bajan de la sierra
reconocer el
estado de este territorio
tanto amor le ha
sido encomendado
para con un solo
cuerpo
constatarlo.
Mirada*
Lo que pasa en las copas
de esos enormes
eucaliptos
que se ponen
dorados
cuando el sol se
ladea.
Menesteres del
aguilucho
y de la oruga
del viento que
viene del mar
y del fuego de la
sierra
ni el amor los
mece
ni el dolor los
destruye
trabajos que los
hombres desconocen
que competen a las
garzas y a mis ojos.
* Poemas de Ana Laura Chouhy Gonella de su libro "Como el pan".
...Cuenta la autora:
Llegué a Bella vista a los siete años, el
verano siguiente a la muerte de mi padre.
Hija menor de cuatro hermanos.
Una tarde mi tía vio niños
sentados en la barranca de casa. Me fue acercando despacito y me obligó a
hablarles. Desde entonces Bella Vista
significó la alegría, las bicicletas, la luna en el camino de las palmeras, lo
más parecido a una infancia feliz. De
estos primeros amigos, una, la amiga, sigue peregrinando desde Buenos Aires
todos los años. Mi amiga del alma María
Inés. Mis hijos son amigos de sus hijos,
con los que compartieron ese paraíso de los veranos infantiles y ahora la
amistad adulta. Y además otros amigos que permanecen y frecuentan en la ciudad.
Lo que ahora sé es que Bella Vista es para
mí, el lugar, pero sobre todo un tiempo, siempre feliz, siempre
anhelado, donde todo lo bueno puede suceder.
Lo malo, las pérdidas que toda vida tiene, suceden en otro sitio, en
otro tiempo.
La literatura ha sido siempre mi otra casa,
por eso escribo. Ediciones de la Plaza
editó un libro de poesías mías. Espero poder editar otro
próximamente.